Los paraguas de cuadros escoceses son todo un clásico de este estampado. A pesar de que es común ver a gente algo mayor usando paraguas con este tipo de diseños, los cuadros están de moda una vez más para todas las edades. ¿A que esperas para comprar tu paraguas a cuadros?
Los paraguas de cuadros escoceses han marcado una época. Los más jóvenes no podrán recordarlo, pero las generaciones anteriores a los años 80 recordarán que estos paraguas eran los más populares en aquellos tiempos. Paraguas y parasoles con diseños inspirados en el tartán y los cuadros escoceses que poco a poco se quedaron apartados de las modas modernas, confinándose a su uso por parte de señores y señoras de cierta edad.
Pero como pasa con otras prendas y complementos, la moda es una ruleta que siempre vuelve a pasar por los mismos puntos por los que ya ha estado. Tal es de este modo que los paraguas a cuadros estilo tartán han vuelto pisando fuerte esta década, con diseños desde los más clásicos a los más atrevidos.
La historia de los paraguas es igual de curiosa que la de muchos otros instrumentos y complementos, y por supuesto más antigua de lo que muchas veces nos podemos imaginar. De echo el paraguas se inventó en China en el siglo XI a.C. (aproximadamente). Existen muchas leyendas referentes a la invención del paraguas así que animo al lector a investigar su historia personalmente navegando por la web, ya que merece la pena bastante.
Desde China este producto pasó a Egipto y Grecia donde se destinó a otros usos más acordes con la época y la ubicación geográfica, pasando a usarse como sombrilla o parasol durante bastantes años. Cuando el Imperio Romano se vino abajo, el paraguas desapareció durante un par de siglos, hasta que volvió a emerger con más fuerza que nunca en la Francia del siglo XV , como artículo de lujo. El resto es historia, el paraguas evolucionó y se extendió por todo el mundo hasta convertirse en el imprescindible que sigue siendo a día de hoy.
El paraguas es un objeto diseñado basicamente para guarecer a su usuario de la lluvia, aunque en muchas ocasiones se usa también para protegerse del sol. Habitualmente este utensilio se compone de una superficie cóncava de tela impermeable o algún tipo de plástico, que puede desplegarse desde su mango, de madera o materiales resinosos, habitualmente.
Antiguamente los paraguas de mano eran bastante largos, y por la forma de su mango podían facilmente ser empleados como bastones. Posteriormente se tendió hacia la ergonomía reduciendo el tamaño del paraguas hasta su versión "de bolsillo", donde su mango termina en un pomo muy diferente del clásico arco de su versión más clásica. En la web disponemos también de paraguas de bolsillo a cuadros.
El proceso de fabricación de los paraguas es muy similar al de las sombrillas, un trabajo que resultaba tedioso hace unos años pero que se fue simplificando con la revolución industrial.
Una de las partes más interesantes con respecto a la evolución de los paraguas es la evolución de sus tejidos y telas. En sus muchos años de vida este utensilio pasó por muchos materiales, pero el que se ha ganado un sitio en el pavellón de la gloria es el nylon. Desde hace años es el material más empleado en la estructura de tela de los paraguas, debido a su ligereza, fuerza y rápido secado.
La tela de nylon, a pesar de sus muchas virtudes, no es impermeable. No obstante este material fué escogido como correcto y se popularizó rapidamente porque el agua resbala rapidamente sobre su superficie, evitando que esta llegue a mojarse hasta el punto de transpasar a su parte inferior.
Si algo bueno tienen los paraguas en lo referente a la moda, es que pueden emplearse para completar y combinar looks geniales, al igual que otros accesorios y complementos. Muchas veces los paraguas se consideran señoriales y elegantes. Si utilizas un paraguas de cuadros escoceses, un clásico entre los clásicos, despertarás sin ninguna duda tu lado más elegante y formal. Te sentirás como un "Lord" protegiéndose de la lluvia con su paraguas a cuadros y su gabardina oscura, recorriendo las calles de alguna ciudad y preparándose para realizar su labor matutina, o tal vez como un proletario de mediados del siglo XX al salir de su jornada de trabajo, regresando a casa tras un día completo.
Compra ahora tu paraguas a cuadros y saca a relucir tu lado más clásico y elegante.
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