Habitualmente se puede encontrar una interesante y gran historia detrás de todas las grandes marcas y diseños, de esas que podemos catalogar como históricas o clásicas. Esto es lo que sucede con la marca Burberry, todo un clásico en el mundo de la moda y de la ropa de utilidad.
Cuando pensamos en la marca Burberry solemos asociarla automáticamente con el diseño a cuadros que suele recibir el mismo nombre, los famosos "cuadros de Burberry". No obstante, se ignora en muchas ocasiones que la historia de la marca es muy anterior a la aparición del famoso diseño y que ya había triunfado con anterioridad debido a motivos muy diferentes.
La historia de la marca comienza a mediados del siglo XIX, en el año 1856. Todo comienza cuando Thomas Burberry establece su sastrería en Basingstoke a la tierna edad de 21 años, con el propósito de diseñar ropa que proteja a las personas del duro clima inglés.
En 1879, Thomas diseña la primera gabardina (que patenta unos años después) y la tela transpirable, que aguantaba perfectamente la intemperie y crea una verdadera revolución en la moda contra la lluvia.
Desde estos momentos, importantes celebridades, científicos y militares de la época lucen la gabardina y el abrigo que Thomas había creado. Pero no será hasta un tiempo después cuando surgirá la verdadera revolución de los cuadros de Burberry.
De echo, todo comenzó con la aparición del famoso "Cheque de burberry", en 1920. Este patrón comenzó empleándose como forro de los impermeables hasta terminar curiosamente, siendo el diseño estrella de la marca (los actuales cuadros de burberry).
A pesar de comenzar siendo el forro interior del primer producto insignia de la marca, el cheque de Burberry terminó trascendiendo como diseño insignia e inconfundible firma de la marca que hoy día conocemos. Esta revolución comenzó con una chispa de inspiración, una situación que generó en los clientes el deseo de lucir los cuadros de burberry en todas sus prendas.
El famoso momento mágico que hizo trascender al cheque de Burberry, fue protagonizado ni más ni menos que por una compradora de la tienda de Burberry en París. Esta clienta tuvo la brillante idea de quitar el forro de cuadros de un abrigo y usarlo para crear una cubierta de paraguas. De este modo nació el primer paraguas Burberry a cuadros, uno de muchos accesorios a cuadros que la firma británica traería después
En los años y décadas posteriores, el ya definido como el cuadro de Burberry protagonizó multitud de estampados. La bufanda a cuadros de cachemira, que es uno de los accesorios más conocidos de la marca, o el prêt-à-porter de burberry que se convirtió en marca registrada. Los bolsos a cuadros de Burberry han sido también algunos de los accesorios más populares de la marca.
Riccardo Tisci es en la actualidad el director creativo de la marca y tiene claro que el devenir de la firma debe pasar por los mismos caminos que los trajeron hasta donde hoy están. Para ello seguirán actualizando y mejorando los clásicos cuadros de Burberry. Un ejemplo de ello es la reinterpretación del cheque Rainbow, que se introdujo en 2018 en honor a la comunidad LGTBI.